Hace unos días fui con unos amigos a ver este film de Almodóvar. ¿Qué decir?
En primer lugar, que los que se guien por las publicidades engañosas del cine que proclaman a Antonio Banderas y Penélope Cruz como protagonistas, están muy equivocados. Estos dos aparecen cinco minutos y listo. Pero eso no es un error de la película sino de las distribuidoras que nos quieren hacer ver cosas poniendo nombres de actores de renombre ya que la gente se guía por ello.
En segundo lugar, que a pesar (y por suerte) de que ellos no sean los protagonistas. Cuenta con un grupo de grandes y prestigiosos actores, de esos que quizás no conoce nadie pero deberían conocerlos.
Es una película lograda, bien dirigida, de bajo presupuesto (o eso parece, ya que cuenta con dos o tres escenarios principales y mucho exteriores), con actuaciones muy buenas, con personajes clichés (a los que no es tan fácil llegar), y un guión graciosísimo y épico.
Un grupo bastante variado de personas se suben a un avión que los llevará a México, el mismo sufre un desperfecto técnico y un grupo de tres personajes de la tripulación (Raúl Arévalo, Javier Cámara y Carlos Areces) se ven en la obligación de entretener (o distraer) a los pasajeros como puedan, mientras se desvelan los amores y desencuentros con otros miembros de la tripulación (Hugo Silva y Antonio de La Torre). Al mismo tiempo se irán desenvolviendo historias alocadas entre los pasajeros, entre los que se encuentran, una cuarentona virgen que puede predecir el futuro, un empresario corrupto, un sicario, un actor fracasado, una pareja que se encuentra de luna de miel y una dominatrix paranoica.
Realmente vale la pena verla, de lo más light que puede realizar Pedro Almodóvar, conocido por sus películas fuertes, con temáticas conflictivas y su excentricidad sin límtes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario